Por: Camilo Francisco Salas Ortiz
Presidente Academia Huilense de Historia
Texto tomado de la REVISTA HUILA:
Órgano de la Academia Huilense de Historia
Volumen 14 No. 63 Enero - Junio de 2012
Neiva: La Academia 2012
Panorámica la Plaza los Libertadores, Centro de Neiva Huila
Fotos de César Rincón
González
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En 1575, se afirmaba “que su temple era
calidísimo y malsano y que por lo tanto no se daba ni el trigo, ni la cebada,
ni otras semillas de España, pero en cambio se criaban vacas, yeguas y ovejas;
(se) agregaba que había minas de oro” (Tovar Zambrano, 1995).
A finales del siglo XVI la situación no
mejoraba. Las condiciones de Neiva eran precarias, la población española y
mestiza era escasa y los indígenas tributarios estaban muy disminuidos. No
había mano de obra, la producción minera no era significativa, las haciendas y
caminos eran objeto de continuos asaltos y el tráfico comercial era inseguro, lo
que impedía el desarrollo de la población. (Salas Vargas, 1997).
NEIVA COLONIAL
No resulta atrevido afirmar que fueron la
ganadería y el comercio los dos elementos económicos que más dinámica dieron a
la sociedad neivana de la Colonia y los que le dieron el sello que aún hoy la
caracteriza.
Sin embargo, en lo cultural fue la ganadería
la que más influyó, pues incluso, como lo indica don Rufino Vargas, citado por
Bernardo Tovar Zambrano, el rey le señaló las armas heráldicas a la ciudad de
Neiva, “consistentes en un corral de ganado”. (Tovar Zambrano, 1995).
Durante el período Colonial, la vida social
estaba regulada por las celebraciones religiosas (Semana Santa, Corpus Christi,
San Juan y San Pedro, Fiestas Patronales y Navidad) con sus juegos y
espectáculos. Los festejos se aprovechaban para socializar, para asistir a
bautismos, matrimonios y misas de aniversario, así como para adelantar
gestiones ante la autoridad relacionada principalmente con la formalización de
conflictos, las peticiones de justicia y la legalización de negociaciones ante
el notario.
Esta circunstancia, que caracteriza a la
Neiva de la colonia, obedecía a que sus habitantes, por lo general, no residían
en la ciudad sino en las haciendas, fenómeno que fue común hasta bien avanzado
el siglo XVIII. (Salas Vargas, 1997).
Panorámica de Neiva Huila
Fotos de César Rincón
González
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Panorámica de Neiva Huila
Fotos de César Rincón
González
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Panorámica de Neiva Huila
Fotos de César Rincón
González
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