Olaff Crown es un artista polifacético (pintor, diseñador
gráfico, poeta), de nacionalidad venezolana, radicado en Bogotá Colombia hace
más de 10 años, actualmente es el director creativo de la fundación MAI
Colombia y se destaca por la calidad de sus conceptos y creatividad. En esta
oportunidad ha dedicado un bello poema en homenaje al monumento de "La
niña del columpio" del escultor Emiro Garzón Correa. Se trata de una obra fundida en bronce a la cera
perdida en el año de 1997, instalada en la avenida principal a la entrada del
barrio Suba de la capital colombiana. La pieza tiene tres metros sesenta de
alto, y es uno de los iconos del sector capitalino.
Imagen captada por Olaff Crown, monumento de Emiro Garzon, "La Niña del Columpio", Avenida Suba en Bogotá Colombia, obra de 1997 |
La obra no se encuentra en el Huila, pero la importancia se
debe a que el maestro Garzón es un hijo adoptivo de la tierra opita, por tal
motivo en Huila Turística destacamos con orgullo los personajes que dejan el
nombre en alto de los opitas dentro y fuera del territorio nacional.
Emiro Garzon Correa en sus 40 años de producción artística ha sido homenajeado de múltiples maneras, en esta oportunidad Olaff Crown, otro grande maestro del erotismo ha realizado un poema como tributo a este hermoso monumento que dice:
LA NIÑA DEL COLUMPIO
La voz de
tu creador cubre de llanto el cielo,
porque te
sabe allí, olvidada y sumergida entre justificadas mentiras.
Ve y
conócela, abriga su corazón, desaparece sus quimeras,
llena de
anhelos su cuerpo liminal.
Esa noche
emprendí el viaje.
Te encontré
al final de la avenida, solitaria y desnuda,
entre
brumas me invitaste a jugar al vaivén del viento,
con los
sueños colgados de metafóricas nubes bogotanas.
Se desvanecía
la ciudad bajo tu sonrisa
y la
tristeza se diluía ilegible sin condenas ni preguntas,
grácil y
hermosa niña de ágil vuelo,
canto nuevo
para mi verbo,
me abracé a
tus labios y a tu alma de cera perdida.
Colibrí
desnudo que bebes de mi lengua,
me aferro a
tu cintura como Neiva entre cordilleras,
fría piel
de bronce que te meces suspendida del céfiro,
apoderándote de mis letras y mis besos.
Llegué con
un paraguas para proteger tus nostalgias de la triste lluvia,
ya no hay
caminos para mis pasos cansados, ni grises nubes para perder,
mi costilla
amanece incompleta y la muerte solo es una sopa de letras sin vocales,
se acabó el
rumbo de las lágrimas y la tinta valiente,
mi mano
mecerá tu columpio,
mientras flotas,
dulce niña,
en mi
cielo.
Olaff Crown 2017
Homenaje a la “niña del columpio” del Escultor Emiro Garzón
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