Olaff nació hace 52 años en Caracas, en una familia dedicada
al arte. Desde entonces, ha llevado en su ADN pasión desbordada por todas las
formas de expresión artística.
Conocí a Olaff Crown hace más de 15 años en Bogotá, en la fundación internacional MAI Colombia, una
organización dedicada a promover artistas plásticos. En ese entonces, yo
formaba parte de la junta directiva de la entidad y contactamos a Crown para
diseñar nuestro logotipo corporativo. Su trabajo superó nuestras expectativas
al realizar un diseño espectacular. En ese momento, aún no sabía que este
talentoso artista había colaborado con importantes marcas como, Mtv. music
televisión, Samsung, Red Bull, Adidas, Nestlé, Sanofi, Unilever, entre otras.
Con motivo de la Copa América, Olaff colaboró como invitado
por Toto Rich de Top Escenografía en una campaña publicitaria para la marca
Adidas. En esta ocasión, crearon una camiseta gigante de la selección de
futbol de más de 12 metros, que fue
desplegada junto a la bandera de Colombia en la Zona Rosa de Bogotá, donde se
encuentra la tienda más grande de la marca alemana en la región.
En esta entrevista Olaff nos cuenta de sus inicios,
inspiración, inquietudes, como diseñador, su experiencia, su estrategia al
momento de afrontar un proyecto de diseño.
Para comenzar, me gustaría saber qué lo impulsó a salir de Venezuela y establecerse en Colombia, considerando que en ese momento su país era el más próspero de América Latina?
Gracias, Cesar por su interés en mi oficio. Le cuento: Fui
invitado a participar como artista exclusivo para las tiendas MTV Music
Television, que se estarían inaugurando en Colombia en el año 1993. Joven y con
espíritu aventurero, me gustó la idea y no desperdicié esa oportunidad. A pesar
de los momentos difíciles que vivía Colombia, tomé la decisión de venir a este
país. Aprendí a amarla y respetarla. Colombia tiene una magia muy especial y su
gente es maravillosa.
¿Qué lo motivo para dedicarse al arte?
Desde muy pequeño siempre viví rodeado de arte, de música,
libros, teatro, títeres, marionetas. En casa siempre había papeles, lienzos,
pinturas, y cuando no, las paredes de la casa, el patio, los árboles se
convertían en lienzo y en escenarios. Mis padres y mis hermanos mayores siempre
abonaron mi creatividad y la libertad de expresión por medio de las artes. Me
decían que la imaginación del niño es la palabra semilla. Una frase que
comprendí plenamente con el paso de los años.
¿Cómo describe su obra de diseño, que es lo que caracteriza
esta parte de su faceta creativa?
Mis obras de diseño se caracterizan por un estilo libre,
casi rompiendo los esquemas y leyes tradicionales, pero manteniendo la esencia
básica del diseño: transmitir un mensaje visual que perdure y sea reconocido.
Utilizo una mezcla de técnicas tradicionales y modernas. Lo que realmente
distingue esta faceta de mi creatividad es el constante deseo de innovar y
experimentar. No me considero un gran artista gráfico; hay quienes son mejores,
pero mi enfoque y mi pasión por el diseño me impulsan a seguir explorando y
creando.
¿Cuáles ha sido las mayores satisfacciones como diseñador
gráfico?
En el año 1991, aunque no lo recuerdo con certeza, gané un
concurso para crear el afiche que representaría a nivel nacional un festival de
canto. Diseñé una paloma de paz que se convertía en teclas de piano, utilizando
solo tres colores: blanco, negro y magenta. Posteriormente me fui a las calles
con la moda de los graffitis publicitarios y fui llamado a trabajar en una
imprenta. Allí aprendí sobre diagramación, pre prensa y los tradicionales tipos
de impresión. Como artista inquieto, siempre experimentaba en mis horas libres
para fusionar lo que veía en la imprenta con el arte plástico.
Con el tiempo, el mundo de las artes me abrió espacios y
caminos, permitiéndome desarrollar logos importantes para colectivos artísticos
internacionales como Arte sin Fronteras por la Paz y MAI Colombia. Además, he
creado una centena de portadas para libros, ilustraciones, composiciones y
afiches. No solo lo he hecho como un medio para generar recursos, sino también
para cuidar la imagen estética de nuestros amigos artistas y de los colectivos
o movimientos en los que participo. Estos logros me han brindado grandes
satisfacciones, ya que he podido alternar mi pasión por el arte gráfico y la
plástica con el deseo de contribuir a la comunidad artística global.
¿Cuáles son las diferencias –si existen-, entre un artista y
un diseñador gráfico?
Existen y la brecha es muy delgada. En la Escuela de Bellas
Artes Martín Tovar y Tovar en Barquisimeto, Venezuela, experimentamos dos
caminos: las artes gráficas y las artes plásticas. Las artes gráficas, un campo
que ya conocía bien debido a la fábrica de estampados y calcomanías de mis
padres, allí, vivía el día a día del proceso de impresión, lo comercial y lo
industrial.
Observé una brecha entre estos dos campos: las artes gráficas, con su enfoque en la funcionalidad y el diseño práctico, contrastaban con el enfoque más libre y estético de las artes plásticas. A lo largo de mi carrera, he logrado fusionar ambas cualidades, integrando el rigor técnico de las artes gráficas con la creatividad y expresividad de las artes plásticas. Esta fusión enriquece mi propuesta gráfica y artística, permitiéndome abordar proyectos con una perspectiva más amplia y versátil.
¿Tu labor implica la utilización de fuentes y gráficos, los
realizas de manera analógica o digital?
Mi trabajo ha evolucionado con el tiempo y la tecnología. En
mis inicios, utilizaba técnicas diversas como lápiz, tinta china y letraset,
que consistía en transferir caracteres adhesivos al papel con un buril. En la
imprenta donde trabajaba, también usábamos una máquina de escribir eléctrica
IBM, de bola, para los textos más largos.
Con la llegada de los computadores, comencé a mezclar
técnicas analógicas y digitales. Hoy, el trabajo híbrido es algo más natural,
aunque la tendencia actual se inclina más hacia lo digital. La evolución
tecnológica ha permitido integrar métodos tradicionales con herramientas
digitales, adaptándome a las nuevas posibilidades y mejorando la eficiencia y
creatividad en el diseño gráfico.
¿Qué opinas sobre la utilización de la IA? ¿La usas en tus
proyectos o la ves como una oportunidad o una potencial amenaza?
La inteligencia artificial es tan transformadora como lo fue
la llegada de la imprenta. Es parte de una evolución constante, y como toda
tecnología, será recibida con una variedad de reacciones: admiración,
preocupación, e incluso rechazo. Personalmente, veo la IA como una herramienta
poderosa que ofrece grandes oportunidades, pero también reconozco que tiene
limitaciones. La tecnología siempre será un ente distante y frío por sí misma;
es el toque humano el que le da calidad y esencia. Como dice Jorge Drexler en
su canción “Mi guitarra y Vos ”“La máquina la hace el hombre": “Y es lo
que el hombre hace con ella.” Para mí la IA puede generar resultados
impresionantes, es el uso y la interpretación que le da el ser humano lo que
realmente define su impacto y valor.
¿Al momento de iniciar un nuevo proyecto tienes un algún
tipo de proceso creativo, como te inspiras?
Para mí, el proceso creativo comienza con una conexión
profunda. Es crucial escuchar a la persona que necesita el diseño, entender lo
que quiere comunicar a través de su logo o imagen de empresa, y lo que desea
transmitir al consumidor. Me enfoco en descubrir detalles como los colores que
precisa, qué define su marca, la personalidad que imagina para su producto y
qué aspectos hacen que un producto respire y sea deseado. Es en este momento de
escucha y reflexión donde empieza a surgir la chispa, como un fuego artificial,
dando inicio a mi proceso creativo.
Por naturaleza, soy
una persona muy inquieta. En este momento, estoy trabajando con la empresa
Kisolab, que se dedica a desarrollar contenidos sustanciosos que fomentan el
discernimiento y el pensamiento crítico a través de programas y plataformas
como 'Kisopolis©' y 'Las Épicas del Orbe Sagrado©', de mi amigo y autor Carlos
Alberto Plata.
Además, estoy participando en el proyecto PORTAPAZ, que más
que una campaña, es un grito al mundo, una llamada a la acción para frenar la
contaminación por plásticos y crear un legado de paz y sostenibilidad.
Esperamos que nuestra voz sea escuchada en la Conferencia de las Partes del
Convenio sobre la Diversidad Biológica (COP16), que se celebrará este año en
Colombia. También estoy involucrado en tres exposiciones colectivas: el
Festival de Jazz de Monpox, la 1ª Bienal de Micro-Arte en Brasil y el XX Salón
de Arte del Caquetá, a las cuales fui invitado.
¿Cree que la humanidad sigue por buen camino o vamos directo
a un abismo?
Es una cuestión profunda y compleja. Enfrentamos momentos
críticos con desafíos como la desigualdad social y la pérdida de biodiversidad.
A pesar de esto, confío en que podemos avanzar positivamente si colaboramos
para superar estos obstáculos. La clave está en asumir la responsabilidad, usar
el sentido común, adaptarnos a los cambios y buscar un equilibrio que beneficie
tanto a las personas como al planeta. A veces me siento como el colibrí que
intenta apagar el fuego en el bosque. Sin embargo, el arte me ofrece una
perspectiva optimista, ayudándome a cultivar ideas y a promover un entendimiento
más profundo que puede contribuir a una humanidad más sana y, por ende, a un
planeta más saludable.
¿Qué consejo te hubiera gustado escuchar cuando estabas
comenzando tu profesión de diseñador gráfico?
Me gusta escuchar a las personas. Siempre he tenido buenos
amigos en las arte gráficas y plásticas que me han aconsejado, siempre he
estado abierto a las críticas, buenas o malas, le sumaria que al empezar este
camino me hacía falta escuchar un dialogo más asertivo, más abierto, por parte
de profesionales con más experiencia, un enfoque más directo y transparente
podría haber sido aún más útil para guiar mi desarrollo profesional y afianzar
mis habilidades desde el principio.
¿Qué concejos le das a quienes se inician por el camino del
diseño gráfico?
Para quienes comienzan en el diseño gráfico, mi consejo
principal es estar abiertos a aprender y a recibir críticas constructivas. El
ego será su peor enemigo. Valoren la
retroalimentación de colegas y mentores, ya que pueden ofrecer perspectivas
valiosas para su desarrollo. Es fundamental combinar la disciplina y la
práctica constante para fortalecer sus habilidades y lograr construir una
carrera sólida.
La habilidad de Crown
para integrar elementos tradicionales y modernos en su arte, junto con su
enfoque en la responsabilidad social, lo caracteriza como un artista influyente
en el mundo del diseño gráfico.
Por su experiencia y filosofía, Crown destaca la importancia
del arte como medio de expresión personal y como herramienta para el cambio. Su
perspectiva sobre la IA y su enfoque en la colaboración humana sugieren una
visión equilibrada y reflexiva sobre el futuro de la creatividad en un mundo
cada vez más digital.
Por Cearing
Algunos de sus trabajos digitales
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