Cuenta
la tradición oral a través de la historia que en la penumbra de la tarde, en la
noche o en el amanecer, se observa una extraña luz formada por tres tizones de
madera ardiendo que danzan o se mueven, apareciendo o desapareciendo en la oscuridad del monte, en
los llanos o en las cañadas del valle del rio Magdalena. La leyenda dice: “el hijo de la Candileja al culpársele del
fracaso de una cacería, mata a su padre, le extrae el corazón y lo lleva para
que su madre para lo sazone y prepare en las brasas; sabedora del drama, la
madre, da muerte a su hijo con sus propias manos”. Por esto la candileja ha
de ir con los huesos de sus varones a
cuestas por los montes y valles, por
toda la eternidad.
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La Candileja, Mitos y leyendas del Huila |
Ni ellos
ni ella podrían encontrar nunca el reposo o descanso en paz. Se dice que la
candileja perseguía, especialmente, a
altas horas de la noche, al viajero
cuando iba en la cabalgadura para alguna hacienda, se montaba sobre el anca del
animal con el fin de asustarlo y hacerlo
desistir de algún inquieto y sexual propósito. Actuaba como la enemiga de los
hombres enamorados; y las señoras cuando los esposos eran dueños de un amor
extramatrimonial de carácter
concubinario, los amenazaban con la presencia de la candileja en los sitios en
donde se realizaba la prueba de la infidelidad.
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