27 ago 2011

LOS MITOS BASADOS EN LOS DIOSES, HUILA


MITOS BASADOS EN DIOSES HUILA

El mito es la tradición basada en los dioses, héroes ochos reales o históricos en materia de religión.  El hombre e el mito personificando su conciencia de todo aquello que consirara vedado; pero siempre, pensando en que, el mito es la afirmación de la vida.

Los mitos de la zona de Los Andes Huilenses, son, excelencia, simbólicos y nunca los cronistas se ponen de acuerdo para evitar la contradicción entre las actitudes humanas.

Los mitos son espíritus de gran poder que rigen lo fundamental del, ser humano; siempre rodean su existencia, expres su existir y determinan, en gran parte, sus comportamiento
razones, que dividen en 3 niveles el agrupamiento tradición de los mitos:

l. La Naturaleza.

2. Su Arte.

3. La Conciencia Humana.

Los 3 principios funcionan coordinadamente, de fortal, que armonizan una verdadera cohesión social cimentada el correr de los 4 siglos que han formado la Teogonía Folclórico de nuestros Andes Colombianos.

Los mitos, en su mayoría, fueron creados con sentido religioso y buscando un principio lógico, espiritual y moral.

Para tratar de demostrarlo, observe las 3 secuencias gráfico adjunto.

LA NATURALEZA:

Todavía la naturaleza ejerce poderes sobre el hombre criollo, campesino y mestizo, llenándolo de temor, de respeto, aún, hasta de incertidumbre, porque tan pronto penetra en el escenario de la naturaleza se siente invadido por los espíritus del aire, del agua, de la selva, de la tierra; y el hombre siente incapaz de, en forma solitaria, tratar de dominar la selva la naturaleza y todos sus poderíos que la sola inmensidad y e lenguaje extraño de su fauna le impactan el espíritu.

El aborigen nato demostraba lo contrario; la naturaleza era su aliada; la selva era su vida, el agua el sustento y el aire su salud.


LAS ARTES:

La música y las artes, para el aborigen, eran divinas, por medio de la música y el trabajo establecía el contacto con los espíritus, se nutría de él y lo controlaba en las propias determinaciones; el Duende es una muestra de ello.

La gente deja un tiple dizque para que se entretenga y controle su espíritu travieso. Aquí el espíritu del duende depende de la actitud de los humanos y, en esta medida, serán amigos o enemigos.

También los naturales consideraban al duende como el protector de los animales de la selva; (si el cazador no logra su presa, es porque el duende lo defiende).

Pero en un pasaje evangélico encontramos los ángeles buenos llamados “Luz bella” que son los encargados de: ejecutar la dulce música que adorna el ambiente de la vida, fortalece la devoción de la gente, de los pueblos y facilita la música para que la mayoría del pueblo Huilense sea capaz de ‘rasgar su tiple, golpear un tambor o sobar una carrasca.


CONCIENCIA HUMANA

La conciencia es una voz condicionada por el medio social en que cada uno se debate y se reprime por causa de la materialización de diferentes normas; morales, sociales o religiosas.

En estos encantos están sometidas las disciplinas de cada ser humano, por eso, algunos castigan para conseguir el sometimiento, otros provocan las acciones con su ejemplo, y por último, hay un numeroso grupo de gente que no le importa, ni I lo uno, ni lo otro, y viven como les pinta el día, o la noche.

La conciencia la forma el escudo de los preceptos sociales y si se guarda un comportamiento similar a los mejores dizque se salva; pero si guarda dignidad, sexo, trabajo o diversión, fuera de la norma social, su recompensa será el infierno.

La conciencia obliga a trabajar correctamente, hacer las cosas bien, adornar la casa, arreglar el jardín, mejorar la habitación, por eso, decimos que la conciencia humana es un bonito trabajo si se logra formar el hábito; pero si falla el trabajo podemos aplicar le el adagio común de los pueblos pequeños: “como no hay trabajo,’ hay un infierno grande” por razón de tanta vagancia, alcoholismo, juegos de azar, o improductivos; cines deficientes, lecturas desubicadas y, en fin, tantos efectos que produce la vagancia que es la causa del desorden social del mundo.

A los niños todavía los podemos asustar con cuenticos religiosos porque el medio social donde viven lo refuerza todos los días, como son: el cuento del coco, el viejo del costal, la limosnera de la esquina; pero cuando estos niños crecen y salen a las ciudades, vienen los grandes conflictos de la desobediencia y rebeldía, pierden el respeto y la fe en sus mayores y pueden hasta traumatizarse psicológicamente por causa del engaño del mito mezclado de conciencia, por eso no es bueno abandonar el trabajo, no es bueno desobedecer la conciencia, el deseo de aprender, el afán de rendir, el interés por conseguir un buen sustento, la necesidad de una buena posición, la importancia de poner a funcionar el don de Dios, la inteligencia y el entender como un río que comienza por una gota de agua, un océano por millones de gotas y el mundo está a su servicio por los millones de cerebros tan capaces, como el suyo, pero si lo pone al servicio de la conciencia, esperanza, constancia y seguridad en sí mismo. 

Texto extraído del libro “MEMORIAS DEL HUILA” por Bilivar Sanchez Valencia, Edición
de 1990.

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