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4 jun 2012

MITOS Y LEYENDAS DEL HUILA

Cuando hablamos de mitos y leyendas en el Huila nos referimos a la tradición mitológica de la región,  esas creencias populares que son el resultado de las historias orales o cuentos fantasiosos que se han transmitido a lo largo de la historia opita.  Los principales mitos y leyendas del Huila son el Mohán, La Pata Sola, El Pollo Malo, la Madre Monte, La Llorona  y La Candileja entre otros.  

El mito hace parte de la transformación de la realidad y como tal han formado parte de la historia huilense, leyendas que gracia a la tradición oral, han pasado de generación en generación.  Por ello las supersticiones, los agüeros, siguen cobrando vigencia en nuestro quehacer cotidiano, como el árbol de la sabiduría que se resiste a morir.

Para darle sentido a la misma propios y visitantes pueden disfrutar de un espacio dedicado a recordar parte de los mitos y leyendas del alto magdalena, fundamento de la historia cultural de esta región; es así como se da vida a 16 personajes mitológicos, en un espacio adaptado especialmente para ello contiguo  a la antigua estación de ferrocarril, que hoy es realidad gracias a la iniciativa del maestro plástico Segundo Arístides Huertas quien se  encargó de materializar el parque mitológico, quien finalmente diseñó y construyó las distintas esculturas y que la administración Municipal apoyo dentro de su plan de ornato que llevaba a cabo en la ciudad.

Con cinco áreas acondicionadas,  el parque mitológico, como se le ha denominado a este espacio cargado de embrujo, magia y mitología se pueden apreciar las figuras de esos personajes que forman parte de las historias que de niños se ubican en la mente de los opitas y que año tras año, durante las festividades sampedrinas, especialmente, aparecen dentro del folclor y tradición popular.

Las figuras se elaboraron en ferro – concreto, técnica que permite gran durabilidad a las mismas, el tamaño de estas oscila entre uno y dos metros y medio, llegando incluso a alcanzar los tres metros si se tiene en cuenta la base en la que se halla ubicadas. Los personajes fueron clasificados en cinco áreas a saber:

·         De aire:     el Pollo Malo, el Mandingas  y el Viejo del Sombreron,
·         De tierra:  el duende, el tunjo de Oro y la Muelona,
·         De Agua:  La mamá de Agua, La Madre de Agua y el Mohan,
·         De selva:  La Patasola, El Hojarasquin del monte y la Madremonte
·         De Fuego: La Candileja o la Luz Viajera, La Llorona, La Mula del Diablo y el Poira.


28 ago 2011

EL TESORO DE TUMBICHUCUE, EN EL HUILA


EL TESORO DE TUMBICHUCUE

En el año de 1965, fui nombrada Profesora, por la Prefectura Apostólica de Tierradentro, Cauca, para la escuela rural mixta de la vereda de Tumbichucue, donde todos los alumnos eran indígenas de la Nación Paez.

Como me hice estimar bastante de los indígenas, sucedió que un nativo llamado Miguel Guainaz, hijo de Francisco Guainaz, se enamoró de mí y, por lo tanto, me confió algunos secretos sobre los tesoros del cerro de Tumbichucue, que se dice fueron trasladados desde San Bartolomé de los Cambís, después llamado Platavieja y hoy Argentina, en el año de 1577, por el Cacique Caraicarime Calarnbás Quinto, apoyado por más de 20.000 nativos.  Mi relato es el siguiente:

Existe en esta vereda un joven llamado Jorge Calambás, estudiante que fue de la Vocacional de La Plata, quien al darse cuenta de la amistad con Miguel Guainaz, me sugirió que le investigara secretamente, qué era lo que él tenía pendiente cerca al cerro de Tumbichucue.  Así empezó la entrevista informal: Le pregunté qué era lo que él frecuentaba por allá; y me dijo : “Cuando mi padre existía salió en una ocasión a cacería con un perro pequeño; el perro se encontró con una cabra negra, la persiguió velozmente, también lo hizo mi padre hasta que la cabra se metió en una cueva que tenía forma de templo; el perro detrás, y don Francisco también; el templo era muy hermoso; decía que, allí existían unas gruesas columnas de oro, un altar y un sacerdote petrificado.  La cabra llegó y se colocó encima del altar en donde se celebraba la misa; además, que habían unas campanas muy bonitas y unas copas, que había muchas cosas más, todo en puro oro macizo”.

A través de los tiempos, le dije a Miguel; pero, ¿Usted sí conoce ese sitio?, me contestó; sí “mi padre me llevó en cierta ocasión a conocer ese sitio, me enseñó dónde se guardaba la llave para abrir la puerta que está frente a un puente, que parece una cascada; llegando a esa puerta hay una chumbera, (lo que nosotros llamamos enredadera), la persona debe coger una piedra y golpear sobre otra que le llaman laja, así esa puerta gira y se abre”.

No conozco el templo en sí, pero ubico el sitio donde está la chumbera, y donde se comenta que está la piedra con que se golpea la puerta. Ahora les diré el por qué conozco ese sitio: La amistad amorosa con Miguel Guainaz avanzaba cada día más, trascurrieron los días, en una oportunidad me invitó que fuéramos, que él me haría conocer ese sitio, que en sí era el templo; me garantizó que nunca me dejaría dentro pero yo nunca fui capaz de entrar; entonces, me prometió que haría sonar las campanas para comprobarme que sí existía el templo, y efectivamente, así fue como las escuche sonar.

Animada con esta prueba y con el deseo de comprobar por mis propios medios en una ocasión, organicé un paseo con los niños de mi escuela, al sitio de El Puente, cerca al rancho donde vivía el Gobernador de la región. Disimuladamente miré, exploré y detallé el lugar que me había indicado Miguel; pero no observé nada raro. Después, me fue picando la curiosidad y un día le dije a Miguel que iríamos, lo cual sucedió. Inventamos viaje y una vez allí, él me mostró y me invitó, por varias veces a que entrara; pero me dio mucho miedo, al sólo recordar que Miguel me había dicho que allí existía una cabra, que según decía él, era la dueña de ese tesoro, por eso no entré; estuve aproximadamente a unos 10 metros de distancia de lo que él decía, era la puerta que conducía al interior del templo.

Miguel se acercó un poco más pero al ver que yo le insistía que nos devolviéramos, no entró. Mi acompañante me repitió en varias oportunidades que la entrada al templo se podía hacer únicamente a las 12 del día, o a las seis de la tarde, y por un tiempo limitado, que si alguna vez me resolvía ir tenía que hacerlo a una hora precisa, que me autorizaba para que sacara el artículo que yo quisiera para que lo guardara como recuerdo.

Como ya se estaba extendiendo el cuento de este encanto, acudieron, unos gringos a la escuela, me preguntaron del asunto y me invitaron a que fuéramos a conocer ese sitio, y en la compañía de Miguel. Pero los gringos no pudieron observar nada porque ese día llovió mucho y en el sitio donde Miguel me habla mostrado la puerta, caía una enorme chorrera y el cielo hacía relámpagos y truenos, en razón de la cual no pudimos acercarnos, ni ver claramente lo que en otras ocasiones yo ya había visto.

La verdad fue que los gringos regresaron desilusionados porque no habían hallado lo que ellos querían.  En una agradable charla que tuvimos con Miguel le insistí que me diera un testimonio de la existencia de aquel tesoro, para yo tener más seguridad e ir con él allá, a lo cual me respondió: “El viernes próximo le haré sonar las campanas para que Usted quede convencida de que es verdad, y así sucedió.

Al siguiente viernes, a las doce del día, sonaron unas campanas, de lo cual me alertaron los nativos que me acompañaban y yo también las escuché.  Después, me dijo Miguel que si yo no iba a conocer ese templo, el próximo viernes Santo, bajaría· las campanas para que jamás volvieran a sonar; y cuentan los indios de ahora, que nunca más las han vuelto a escuchar.

Con el testimonio que Miguel me dió de la sonada de las campanas, me resolví a ir, dijo: “No, basta con que te arrimes; cojas una piedra que hay en forma de martillo, y les des tres golpes a la puerta para que ésta gire y quedarás adentro.  No te dejaré allá, yo te sacaré, a la hora precisa sin ninguna consecuencia”. Pero, de nuevo, me dio miedo; y así fue que definitivamente no conocí el templo, por pura cobardía.

Una cosa curiosa con respecto a este encanto era que en determinadas ocasiones se veía una chorrera, pero que en la realidad, ella no existe.

Nuestras relaciones con Miguel duraron aproximadamente 8 meses, en los cuales, los indios comenzaron a recelar de mí, porque no conocían mi origen; pues ellos duraron largo tiempo convencidos de que yo era de Garzón, porque nunca quise revelar mi lugar de nacimiento ni que venía de Platavieja, porque sabía que podía tener problemas, pues los indios usan muchas brujería; creo que ellos influyeron bastante para que se terminara la amistad entre Miguel y yo, temerosos de que quedara una blanca o muisca, como ellos dicen, en la comarca.

Pronto terminamos nuestras relaciones; pero un día cualquiera, nos encontramos y él me amenazó atrozmente si contaba este secreto, podía ser a los mismos indios, que me haría algo con lo cual me iba a consumir poco a poco hasta que me muriera, o me pondría algo que me volviera horriblemente deformada, y como en realidad comprobé fue entre ellos existía la brujería, me dio miedo y así fue que pedí mi traslado.

A nadie le había contado este secreto. Pero hoy que ya han transcurrido tantos años y me encuentro libre de todo problema de lo que el indígena tal vez me pueda hacer, hago este relato a mi amigo Bolívar Sánchez Valencia, hoy 30 de Julio de 1979, en La Argentina, Huila.




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Texto extraído del libro “MEMORIAS DEL HUILA” por Bilivar Sanchez Valencia, Edición
de 1990.


27 ago 2011

LOS MITOS DE LOS ANDES HUILENSES


 LOS MITOS DEL HUILA

 MITOS HUILENSES

Los mitos han sido un secreto dominante en el destino de los pueblos y sus habitantes.  Es así; como todavía perduran en nuestra memoria algunos de ellos.

Esto es lo que recibe el nombre de “Superstición”. En la Zona Andina, alguna gente, todavía cree ciegamente en: la magia, los brujos o hechiceros, la picada del rastro, la ceniza del tabaco, el cuncho del café, las personas ligadas y mil agüeros más.

 Para refrescar los recuerdos, incluyo el listado de los mitos más usuales.


El Poira: Personaje que cuida y hace respetar un determinado charco muy profundo.

El Taltapuro: Jayán gigante que representa el más importante de todos los papás.

La Mamapura; Esposa del Taitapuro.

Las Brujas: Personajes rodeados de muchas leyendas y misterios, preparados en sus aquelarres. En la zona Andina, es una mujer amargada que tiene pacto con el diablo, viaja de noche, transformada en pisca o pavo y vuela montada en una escoba.

EL Carro Fantasma: Se le atribuye al chofer que trabajó en los Viernes Santos y’ días domingos, se volcó. (Creencia de tipo católico para santificar el domingo).

La Candileja: Es una bola de fuego, compuesta por 3 focos o luminarias, con brazos como tizones encendidos chisporreantes de un rojo candela, que produce ruido de hojalatas rotas.  Persigue a los beodos, a los infieles a los irresponsables, a los trasnochadores, a los que roban, en fin, a todos los que piensan en mal.  Dicen que fue castigo de Dios por no haber sabido educar a la familia, y que debido a esto se condenó el papá la mamá y uno de los hijos.

La Patasola: Los aventureros de la selva dicen haber la visto correr muy ligero aunque en una sola pata; es una mujer muy bella que atrae a los hombres hacia la oscuridad de la selva, donde con su mirada lasciva los transforma y los pone a su servicio.

La Mula del Diablo: Los arrieros dicen que hace desbandar la recua de animales al escuchar el casqueteo y el crujir de los arreos en los caminos; se presenta como un huracán (Sonido que produce el huracán cuando lleva bastante fuerza).

El Mohán o Sihamanismo: (Deidad que adoraban los Pijaos) Dicen que es un monstruo cubierto de abundante pelo de larga barba y afiladas uñas. Los pescadores lo codifican como intruso, andariego, aventurero, brujo y burlón; le atribuyen que hace zozobrar sus embarcaciones, se roba los anzuelos, enreda las atarrayas, ‘ahuyenta los peces y se lleva a las mujeres bonitas.
Vive en cavernas insólitas en el fondo de los charcos más profundos de los ríos.

El Judío Errante: Espíritu maldito por Dios y obligado a recorrer por todo el mundo, por desobediente, solamente puede descansar el Viernes Santo.

EL Tunjo de Oro: Representación del hombre en miniatura cubierto de oro, con la sola mirada conquista las mujeres de su agrado; se presenta en las orillas de las quebradas, donde llora como un niño y llama la atención a los de su predilección.
En el Huila han sido muy famosos casos reales sucedidos en Gigante, Tello y Neiva.

El Anima Sola: Figura humana que no tiene ni pies ni cabeza. La representan encadenada; por no haber obedecido los consejos de sus padres.

El Duende o Sombrerón: Persona de baja estatura, muy bien vestido, que usa un sombrero grande.  Dicen que se roba las mujeres bonitas que tienen novio, burlándose así de ellos. (Con ese cuento podían los papás controlar a sus hijas hasta
que llegar n a su edad apropiada para enamorarse.)

La Viuda Alegre: Silueta femenina muy esbelta vestida de negro, que persigue a los trasnochadores. (Así se controlaban la vagancia y fornicaban la de los hijos.)

El Pescador: El que escucha los atarrayazos del pescador puede estar seguro que no pesca nada para sí.

El Silbador: Animal que cuando silba, anuncia la desgracia la mala suerte, la muerte o terremoto.  Algunas personas dicen que el silbador es el tres pies.

La Madremonte: Se comenta que es una señora, corpulenta vestida con hojas frescas y líquenes verdes, sombrero alón que no se le puede apreciar el rostro porque la sombra del sombrero le cubre la cara.  La gente dice haber oído sus gritos o bramidos en noches oscuras, pero no la han visto, porque vive en sitios enmarañados alejados del ruido de la civilización.

Argumentan que cuando la Madre Monte se baña en algún río, éste crece, se desborda y arrasa, con todo lo que encuentra a su paso.

La Llorona: Mujer de cara huesuda, cabellos revueltos ropa deshilachada; lleva en sus brazos un atado de como un runo, no hace mal a: nadie pero causa terror con sus alaridos, gritando su desgracia, porque fue presa de una maldición de sus padres.

El Fraile: Cura sin cabeza: misionero que no quiso cumplir su tarea apostólica despojado de sus hábitos y condenado a sufrir las inclemencias de la noche. Dicen que lo encuentran triste en las orillas del río Magdalena. No ofende a nadie pero no deja detallar su rostro.

El Perro Negro: Animal de desproporcionado tamaño que ataca a los trasnochadores.

El Mandingas: Sinónimo del diablo, Satanás, El Biruñas,

El Patas: Dícese de la persona que está fracasada económicamente. También se usa para asustar a los niños que son desobediente.

El Tres Pies: Ave de mal agüero que cuando canta es anunciando .una desgracia; o la muerte de una persona.

La Muelona: Mujer hermosa de largos cabellos, ojos penetrantes y dentadura felina saliente; espera sus víctimas en un record del camino a la sombra de un árbol, o simplemente, usa la traición para, dar un estrecho abrazo y triturar su presa.

La Margarita: Mujer hermosa que se esconde en la selva y por la noche camina por los filos, gritando, atrae a los encantos y los hace perder en la selva, también dicen nuestros ancianos que cuando se le respondían los gritos se acercaba hasta donde estaba la persona que le respondía, se la llevaba o lo mataba.

El Pollo Malo: Ave que pía, pero no se ve; se considera de mal agüero porque sl510 se oye de noche (lo usaban para no dejar salir a los niños a altas horas de la noche)

El Guando: Entierro de una persona incrédula que se condenó; su familia la acompañaba con un murmullo coral del rezo de requiem por su alma. (Es la misma parihuela que utilizaban los cuatreros para llevar el fruto de sus fecharías: para infundir miedo; la decoraban de diferentes modos, cuando eran descubiertas se escondían) comprobado en el Boquerón de Altamira.

La Lengüilarga: Dama que se condenó por ser demasiado mentirosa (el: que contaban los papás a sus hijos para corregir sus defectos.)

El Esqueleto: Representación de la muerte y el que la ve, pronto se muere.

La Cabellona: Figura femenina de cabellos muy largos y desordenados, que’ por rebeldía se condenó y está vagando por el mundo pagando su castigo.

El Cuasi Cabeza: Personaje cadavérico que mostraba solo una parte de la cabeza, (lo ponían de ejemplo a los hijos para que obraran bien delante de los semejantes.)

El Jinete Negro: Hombre de tez y vestido negros, que corre desesperado por .los caminos, buscando el sosiego que no encontró
en su hogar.

El Leñador: Sonido que se escucha en la selva, y que semeja estar cortando leña; el alma de un leñador, que no cumplió el precepto religioso por estar cortando leña.

El Cabicas: Está llevado del cabicas; persona que tiene muchos problemas. Soledad: Personaje invisible que cuida las casa cuando se dejan solas.

La Hojarasca: Persona ermitaña que por no trabajar prefiere vestirse con hojas y andar por los montes y caminos, asustando a los niños.

Yuliet: Personaje que suele esconder algunas cosas en la casa para hacer los pelear.


Texto extraído del libro “MEMORIAS DEL HUILA” por Bilivar Sanchez Valencia, Edición
de 1990.




LOS MITOS BASADOS EN LOS DIOSES, HUILA


MITOS BASADOS EN DIOSES HUILA

El mito es la tradición basada en los dioses, héroes ochos reales o históricos en materia de religión.  El hombre e el mito personificando su conciencia de todo aquello que consirara vedado; pero siempre, pensando en que, el mito es la afirmación de la vida.

Los mitos de la zona de Los Andes Huilenses, son, excelencia, simbólicos y nunca los cronistas se ponen de acuerdo para evitar la contradicción entre las actitudes humanas.

Los mitos son espíritus de gran poder que rigen lo fundamental del, ser humano; siempre rodean su existencia, expres su existir y determinan, en gran parte, sus comportamiento
razones, que dividen en 3 niveles el agrupamiento tradición de los mitos:

l. La Naturaleza.

2. Su Arte.

3. La Conciencia Humana.

Los 3 principios funcionan coordinadamente, de fortal, que armonizan una verdadera cohesión social cimentada el correr de los 4 siglos que han formado la Teogonía Folclórico de nuestros Andes Colombianos.

Los mitos, en su mayoría, fueron creados con sentido religioso y buscando un principio lógico, espiritual y moral.

Para tratar de demostrarlo, observe las 3 secuencias gráfico adjunto.

LA NATURALEZA:

Todavía la naturaleza ejerce poderes sobre el hombre criollo, campesino y mestizo, llenándolo de temor, de respeto, aún, hasta de incertidumbre, porque tan pronto penetra en el escenario de la naturaleza se siente invadido por los espíritus del aire, del agua, de la selva, de la tierra; y el hombre siente incapaz de, en forma solitaria, tratar de dominar la selva la naturaleza y todos sus poderíos que la sola inmensidad y e lenguaje extraño de su fauna le impactan el espíritu.

El aborigen nato demostraba lo contrario; la naturaleza era su aliada; la selva era su vida, el agua el sustento y el aire su salud.


LAS ARTES:

La música y las artes, para el aborigen, eran divinas, por medio de la música y el trabajo establecía el contacto con los espíritus, se nutría de él y lo controlaba en las propias determinaciones; el Duende es una muestra de ello.

La gente deja un tiple dizque para que se entretenga y controle su espíritu travieso. Aquí el espíritu del duende depende de la actitud de los humanos y, en esta medida, serán amigos o enemigos.

También los naturales consideraban al duende como el protector de los animales de la selva; (si el cazador no logra su presa, es porque el duende lo defiende).

Pero en un pasaje evangélico encontramos los ángeles buenos llamados “Luz bella” que son los encargados de: ejecutar la dulce música que adorna el ambiente de la vida, fortalece la devoción de la gente, de los pueblos y facilita la música para que la mayoría del pueblo Huilense sea capaz de ‘rasgar su tiple, golpear un tambor o sobar una carrasca.


CONCIENCIA HUMANA

La conciencia es una voz condicionada por el medio social en que cada uno se debate y se reprime por causa de la materialización de diferentes normas; morales, sociales o religiosas.

En estos encantos están sometidas las disciplinas de cada ser humano, por eso, algunos castigan para conseguir el sometimiento, otros provocan las acciones con su ejemplo, y por último, hay un numeroso grupo de gente que no le importa, ni I lo uno, ni lo otro, y viven como les pinta el día, o la noche.

La conciencia la forma el escudo de los preceptos sociales y si se guarda un comportamiento similar a los mejores dizque se salva; pero si guarda dignidad, sexo, trabajo o diversión, fuera de la norma social, su recompensa será el infierno.

La conciencia obliga a trabajar correctamente, hacer las cosas bien, adornar la casa, arreglar el jardín, mejorar la habitación, por eso, decimos que la conciencia humana es un bonito trabajo si se logra formar el hábito; pero si falla el trabajo podemos aplicar le el adagio común de los pueblos pequeños: “como no hay trabajo,’ hay un infierno grande” por razón de tanta vagancia, alcoholismo, juegos de azar, o improductivos; cines deficientes, lecturas desubicadas y, en fin, tantos efectos que produce la vagancia que es la causa del desorden social del mundo.

A los niños todavía los podemos asustar con cuenticos religiosos porque el medio social donde viven lo refuerza todos los días, como son: el cuento del coco, el viejo del costal, la limosnera de la esquina; pero cuando estos niños crecen y salen a las ciudades, vienen los grandes conflictos de la desobediencia y rebeldía, pierden el respeto y la fe en sus mayores y pueden hasta traumatizarse psicológicamente por causa del engaño del mito mezclado de conciencia, por eso no es bueno abandonar el trabajo, no es bueno desobedecer la conciencia, el deseo de aprender, el afán de rendir, el interés por conseguir un buen sustento, la necesidad de una buena posición, la importancia de poner a funcionar el don de Dios, la inteligencia y el entender como un río que comienza por una gota de agua, un océano por millones de gotas y el mundo está a su servicio por los millones de cerebros tan capaces, como el suyo, pero si lo pone al servicio de la conciencia, esperanza, constancia y seguridad en sí mismo. 

Texto extraído del libro “MEMORIAS DEL HUILA” por Bilivar Sanchez Valencia, Edición
de 1990.

26 ago 2011

MEDICINA POPULAR DEL HUILA


MEDICINA POPULAR HUILA

La fe popular en los remedios y prácticas tradicionales, especialmente por las mejores médicas del mundo “Las mamás para sus hijos” jamás podrá ser derrotadas por su comunicación mental directa que tiene con sus hijos que puede ser agua tibia y produce buenos efectos: Quizá al igual que muchas drogas de elevados costos, de los servicios médicos profesionales tan elitizados y los hospitales tan comercializados y, como si fuera poco lo anterior, la desconfianza que le tiene el campesino a los productos químicos.

Ellos consideran que su selva ha sido saqueada en su ciencia natural para regresársela. En píldoras o gotas deformada y maltratada en sus principios originales, razón por la cual le han perdido la confianza y prefieren recurrir al hierbatero, pseudo-brujo vendedor que se presenta en la plaza pública el día de mercado con el seudónimo de culebrero; el sur del Huila es una muestra auténtica de esta medicina popular que no ha podido ser derrotada.

La medicina usada en los pueblos, veredas y caseríos del Huila, hasta cierto término tiende a ser utilizada con un valor científico, pero en forma lamentable, aunque se conocen las propiedades de muchas plantas y animales, no se tienen las capacidades para poder dosificar las cantidades y proporciones que cada enfermedad o enfermo requiere, llegando al extremo de que no sabemos, qué es más peligroso, si la enfermedad, o las cantidades de droga que cada uno formula, las proporciones de jugos o vinos que se nos facilitan, o la fuerza sicológica que de todo visitante recibe el enfermo; en fin, aquí se entrelaza lo que puede ser y lo que no debe hacer.

Los brebajes a veces, curan, otras, matan; en ese vaivén también encontramos la nueva medicina mental, entonces, que podemos decir de la medicina popular?, dejo este interrogante porque está todo por estudiar; conocer y aplicar. 

Texto extraído del libro “MEMORIAS DEL HUILA” por Bilivar Sanchez Valencia, Edición
de 1990.


TRADICIONES Y CREENCIAS INDIGENAS DEL HUILA


TRADICIONES Y CREENCIAS DEL HUILA

Según la creencia de la mayoría de los americanos, el universo está poblado por legiones de espíritus a los cuales se les atribuyen acciones sobre los seres vivos, entre ellos, dar o quitar la vida mediante procesos mágicos.  AIlí se fusionan los ingredientes de Naturaleza, Espíritu y Magia, cimentado así, las creencias folclóricas, el Lore de los pueblos y hasta el Yo, de algunos incautos, que las viven, las admiten y las promueven.   

La experiencia de la gente de los pueblos va formando caprichosas creencias que, al conocer las, parecen libres de cualquier prejuicio; pero la verdad es que forma parte de un universo visto de un ángulo que es bello, interesante, convincente, aunque no corresponda a la verdad científica.

La zona de los Andes Huilenses disfruta de sus propias características frente a este interesante tema.  En esta extensa región las tradiciones de toda índole hacen furor; vienen desde la época precolombina,’ pero han logrado sobrevivir aunque mezclados con elementos africanos, Europeos, Costeños, Caucanos, Peruanos y Ecuatorianos.  Como cada uno habla de lo que conoce, sabe y le gusta, creo necesario reducir el radio de acción a unos pocos municipios del Huila que conozco; los he trajinado y por eso los quiero, los entiendo y trato de interpretar les sus costumbres, modales, agüeros y mitos, partiendo del principio de que cada pueblo, vereda o familia, produce cambios folclóricos, históricos y agüeristas.
Las creencias parten del indígena, luego se mezclan con las de los negros esclavos, después con la de los misioneros católicos quienes han formado una impronta innegable dando juego a un Sincretismo entre la magia y la religión.

Las contiendas manifiestas en los pueblos de Timaná, San Bartolomé de Los Cambis, hoy La Argentina y Otás, hoy Neiva, para nombrar solo 3, sirven de preámbulo en su historia y étnia vivida para tratar de detallar su mestizaje, su organización y su distribución territorial  
Aquí se presenta algo inesperado; el triste abandono de lo auténtico y comienza a surgir el universo de la magia y el mito, el ir y venir, entre el campo y los pueblos, entre los clanes y tribus, entre negros y blancos, entre criollos y misioneros.

La medicina folclórica se mete entre las creencias del pueblo y toda persona que visita un enfermo, quiera o no, lo formula, es decir, el médico cura con magia y la magia y la medicina siguen de la mano dándole poderes a todo el pueblo; de otra manera, podemos decir que, la magia y la medicina popular están ligadas entre sí, como el mito y el espanto.
Magia es la fuerza misteriosa oculta que pretende conseguir efectos con, ayuda de seres sobrenaturales o secretos de nuestra madre selva.

Hoy se considera toda una ciencia que para muchos de nosotros se empieza a manifestar, pero desgraciadamente, la madre selva, comienza a desaparecer y entonces la interpretación de sus manifestaciones, cada día se hace más difícil e incomprensible; sin embargo, la presencia en el lore de los pueblos, en el folclor y en la vida cotidiana se vive, se siente y se exterioriza, unas veces, para bien, otras, para mal.

La magia existe en la medida de encontrar personas que la cultiven, así sea consciente o esporádica mente; los agüeros son la vigencia del fatalismo de una patología ubicada en lo sobrenatural y producen pruebas de que gran parte de la humanidad es regulada por fen6menos que no logran explicar los efectos que producen a” la luz de las doctrinas religiosas oficiales o convencionales.  
Las Teogonías, Dogmas y Cultos, han sufrido grandes y arrebatadas presiones por implantar la  cristiana universal, pero después de 5 siglos de variados procesos de culturantes, aún contienen la herencia actuante aunque variada en diferentes moldes de los criollos de acuerdo a la vereda, caserío, municipio, departamento o región.

Según la clase de magia (control mental y dominio mental para cada uno) podía tener fuerza maligna pero también hay una magia buena, tímidamente me atrevo a decir: magia negra y blanca, que produce efectos de acuerdo a la mentalidad de quien la practique.
Este mestizaje de magia y religión hace brotar la proliferación de los diferentes agüeros que son el presagio o señal misteriosa y supersticiosa que la mayoría de los pueblos le atribuyen al canto de las aves, al arco iris, al encuentro de un objeto, el saludo de una persona, y a mil cosas más; todo con la intención de adivinar el futuro.

Hoy, todavía aplicamos varios de ellos: recuerde el reguero de arroz que los familiares les arrojan al salir de la iglesia a los recién casados, dizque para augurar le abundancia.
Cuando una mariposa negra entra a la casa le presagian de inmediato que alguien de la familia va a morir. Cuando canta un gallo antes de las 12 de la noche, es presagio de una desgracia social. Si un desprevenido abejón entra a la casa, ordenan, barrer la casa, porque viene visita. Cuando el sol o la luna tienen círculo, la gente dice: círculo en el sol, agua a montón.  Círculo en la luna agua ninguna. 

A las cabañuelas del mes de enero le tienen diferentes interpretaciones, según la región; los 12 primeros días del mes representan el tiempo atmosférico de los primeros 15 días de cada mes, según el orden de numeración y las cabañuelitas la segunda quincena de los mismos 12 meses; pero a la inversa.  Estos ejemplos creo que son suficientes para demostrar que en los Andes Huilenses existen miles de estos agüeros. 

Las supersticiones que son la desviación del sentimiento de las personas débiles, en bien o en mal, son las razones lógicas, normales y objetivas de una causa que nadie sabe explicar; pero que se hace uso de sus poderes.  Es un paralelo con los agüeros; la diferencia entre el agüero y la superstición está en lo volitivo; el primero, está determinado por el destino y, el segundo, por la voluntad.  Ejemplos: cuando la mujer está menstruando, no puede manipular carnes porque se descomponen.  

La mujer embarazada, con solo mirar, adormece las culebras, cuando en un jardín existe una planta bonita y las mujeres visitantes se enamoran y piden semillas, si no se les complace, la mata se seca. Creencias aplicadas en todo el sur del Huila.

En La Argentina, Huila, en Semana Santa no se puede pelear, jugar ni castigar a los hijos porque decían que lo hacían con Jesucristo, no pueden cortar un árbol, escoba o flores porque le sale sangre.  Que la hierbabuena sólo florece el día viernes Santo, a las tres de la tarde, y que el que logra verla, gozará de privilegios durante todo el resto del año.

Para la noche del Año Nuevo, temprano deben echar un huevo crudo en un cristal con agua y a las 12 en punto del día de Año Nuevo deben interpretar las figuras que forman la clara y la yema contra una luz de vela, según la interpretación que le den será el futuro durante el año.
Cuando los poderes rigen, la armonía universal de la mente, actúan a través del hombre, suele suceder que se vuelvan malignos, se dirijan contra el normal discurrir biológico y alteren de manera peligrosa y destructiva la salud y la voluntad humana, con base en pusanas.

En Guadalupe, y otros tantos pueblos del Huila, se le conoce con el nombre de hechizos, encantamientos o brujerías, bebedizos, maleficios, etc, etc.
Entre más mestizos tenga un pueblo, mayor es la creencia en el mal de ojo, y se lo atribuyen a la energía o el humor que algunas personas tienen en la fuerza de la mirada o en razones emocionales al detectar algo de su agrado y que quizá lo desean para sí; al no poder lo adquirir, el niño, animal o el objeto motivo, sufrirá enfermedad o desmedro, razón por la cual se le dice “Mal de ojo”, costumbre muy usual entre los aborígenes de Tíerradentro.

Como demostración de prevención encontramos que casi a la mayoría de los niños se Ies ponen en la muñeca una pulsera con corales y un azabache “rezado” para que los proteja del mal de ojo (aunque el niño tenga figura de mico tití).  El mal de ojo es un hechizo maligno involuntario.

Si una visita viene a ver a una mujer en dieta, es obligación alzar durante un rato la criatura recién nacida, porque si no lo hace, la criatura enferma de pujo; tendrán que llamar de nuevo a la persona para que remedie su efecto.

La velación del retrato es un ritual de brujería que consiste en alumbrar el retrato de la persona elegida con el propósito de atraer su cariño y sumisión, o para vengarse de ella.
Para lo primero, le prenden luces, lo adornan con flores y le repiten oraciones atractivas a determinadas horas de la noche; para el mal, le prenden luces pero el retrato lo pinchan con alfileres o espinas, colocado al revés, y a determinada hora de las 9 noches siguientes, le rezan oraciones pidiendo su venganza (Personalmente experimenté este caso en la vereda de Mirador, municipio de La Argentina; por razones obvias, omito el nombre).  

Para contrarrestar, ‘proteger y conjurar las manifestaciones interiores y exteriores del poder maligno, los peligros, evitar enfermedades, ahuyentar la mala suerte causada por los agüeros o calamidades reales, es necesario el conjuro, porque es el medio institucional, simbólico y sugestionante con el cual se ejerce dominio sobre las influencias negativas recibidas en el cuerpo y en el alma, y así romper las resistencias de la negatividad, fortalecer lo positivo y poner a su disposición los valores del ser humano y los triunfos para lo cual el ser fue creado.

El hombre con su valor y fuerza del poder, tiene que conquistar al conquistador, vencer al vencedor, y superar el pasado.  

La zábila dispone de poderes tan potentes como su propia amargura.  El aborigen protegió la selva y ésta le dio” sus secretos; por eso, hoy la zábila, siendo planta silvestre, ocupa lugar preferencial en muchos hogares, locales comerciales y hasta en los grandes depósitos de drogas y laboratorios por su exclusividad; la historia la consigna como la planta que ungió a Cristo, y es considerada como planta sagrada.

El monicongo es un muñeco de cera negra de abeja.  El dueño redacta un pacto con el diablo por un tiempo determinado y lo firma con sangre de una de sus propias venas; algunas personas le dicen “familiar” y el dueño asegura y hace creer que le ayuda, lo protege, le da plata, le concede todo lo que le pide y que por eso él le da hasta la vida. Por feo que sea, para el se le hace bonito, y cuando le pide comida, lo alimenta con alfileres.

Aquí podemos decir que el hombre es tan capaz que según su fuerza de voluntad, puede desdoblar su mente, buscar la disociación temporal del espíritu y del cuerpo y alcanzar poderes especiales, controlar la disociación y alcanzar sus objetivos de acuerdo con el grado de voluntad aportado para lograrlo.

La bruja es otro ejemplo de la mujer que, según     creencia popular, se preocupa por perfeccionar acciones sobrenaturales y diabólicas, para bien o para mal, para volar en la escoba o para hacer hechicerías y pueden ser viejas y feas, jóvenes y bonitas, alegres o tristes.
Los Mohanes eran entre los aborígenes Pijaos, Paez y Andakíes, unos personajes ejercitados y dedicados al arte de la magia; as lo registra el Cronista Juan de Castellano, en su “Historia del Nuevo Reino de Granada”.

En otro de sus apuntes dice que los Mohanes, al parecer, los curanderos de la época, vivían en las playas del río Yumay y sus sectores aledaños; los describe como hombres que vivían en las cavernas, que fumaban tabaco y raptaban las mujeres de su agrado que encontraba lavando.

Los Mohanes son un verdadero eje de todo un sistema de leyendas religiosas y sociales, que fueron perseguidos por el credo católico, español y criollo, porque consideraban que su eliminación de la mente de los mestizos, era indispensable para su conversión al catolicismo.

Toda esta lucha fue perdida porque el Mohán sigue vivo en la mente de los criollos, mestizos y blancos; pues el primer rebelde de la guerra de los 1.000 días en Palermo llamado Pedro Cuéllar, tomó como apodo El Mohán, y así se hizo famoso por tantas maldades que le hizo al gobierno.

Son muchas las historias que a diario se escuchan en boca de los pescadores, trabajadores, lavanderas, y en fin, en todas las personas mayores. Podemos decir que la lucha continúa contra un sistema social que, de manera violenta, se ha querido imponer a los indígenas de los Andes Huilenses

Texto extraído del libro “MEMORIAS DEL HUILA” por Bilivar Sanchez Valencia, Edición
de 1990.